Pretenden arrebatarnos nuestra historia, reescribirla según la gramática del miedo, privarnos de nuestra sensibilidad, sumirnos en el pánico. Todo ello facilita la aceptación de lo terrible en función de querer evitar lo peor. A su política que promueve la resignación, nosotros opondremos el llamado lúcido al sabotaje.
Como lo recuerda muy bien este documental (que lo deja a uno con un sentimiento terrible entre la rabia y la impotencia y que deberían mostrar en todas las escuelas), y tal como lo declaró W. Buffet,la guerra que el capital le ha declarado a la humanidad y al planeta, la están ganando los capitalistas. Pienso que no bastará con salir a las calles (aunque pueda ser, sin duda, el comienzo de algo) si no existe un proyecto y una organización que logren generar una dinámica capaz de poner en marcha el contrataque. Por desgracia estamos todavía muy lejos; nos queda la resistencia individual.
ResponderEliminarGracias por seguir de pie
Tenés razón Leonardo, no basta. Necesitamos diversificar nuestras formas de lucha, sin excluir la huelga general y la movilización colectiva.
ResponderEliminarEn estos tiempos, no nos podemos permitir más concesiones. Ante la guerra total del capitalismo, si no somos capaces de articular respuestas colectivas y un proyecto político radicalmente diferente terminaremos sobreviviendo entre ruinas.
Queda mucho; entretanto, seguiremos inventando resquicios para vivir.
Un fuerte abrazo,
Arturo