1.La política no es el ejercicio del poder. Debe ser
definida por sí misma, como una modalidad específica de la acción, llevada a la
práctica por un tipo particular de sujeto, y derivando de una clase de
racionalidad específica. Es la relación política la que hace posible concebir
al sujeto político, no a la inversa.
2.Lo peculiar de la política es la existencia de un sujeto
definido por su participación en opuestos. La política es un tipo de acción
paradójica.
3.La política es una ruptura específica de la lógica del
arkhé, dado que no presupone simplemente la ruptura de la distribución “normal”
de las posiciones entre quien ejercita el poder y quien lo sufre sino también
una ruptura en la idea de las disposiciones que hacen a las personas
“adecuadas” a estas posiciones.
4.La democracia no es un régimen político. Es una ruptura de
la lógica del arkhé, en otras palabras, la anticipación de la regla en la
disposición por él. La democracia es el régimen de la política en tanto forma
de relación que define a un sujeto específico.
5.El pueblo, que es el sujeto de la democracia, y por lo
tanto el sujeto matricial de la política, no es el conjunto de los miembros de
la comunidad o la clase obrera o la población. Es la parte suplementaria en
relación a cualquiera de las partes contables de la población que hace posible
identificar la cuenta de los incontados con la totalidad de la comunidad.
6.La esencia de la política es la acción de sujetos
suplementarios inscriptos como un plusvalor en relación a cualquier cuenta de
las partes de una sociedad.
7.Si la política es el trazado de una diferencia evanescente
en la distribución de las partes sociales, entonces su existencia no es de
ninguna manera necesaria. Por el contrario,
la política sucede siempre como un accidente recurrente en la historia
de las formas de la dominación. El objeto esencial del litigio político es la
existencia misma de la política.
8.La política es específicamente antagónica a lo policial.
Lo policial es una distribución de lo visible cuyo principio es la ausencia del
vacío y el suplemento.
9.La tarea esencial de la política es la configuración de su
propio espacio, lograr que el mundo de sus sujetos y sus operaciones resulten
visibles. La esencia de la política es la manifestación del disenso, en tanto
presencia de dos mundos en uno.
10.La característica fundamental de la filosofía política
consiste tanto en anclar la acción política en una modalidad específica del ser
como en ocultar el litigio que es constitutivo de la política. Es en la
descripción misma del mundo de la política que la filosofía produce este
ocultamiento. Por otra parte, la efectividad de esta operación es perpetuada en
las descripciones no filosóficas o anti-filosóficas de este mundo.
11.El “fin de la política” y el “retorno de la política” son
dos maneras complementarias de cancelar la política a través de una relación
simple entre el estado de lo social y el estado de los aparatos estatales.
“Consenso” es el nombre vulgar de esta
cancelación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario